Justin Bieber tiene un
reto con Purpose: o lo consolida como artista o confirma su caída en desgracia.
Durante los últimos años, el ídolo juvenil ha protagonizado todo tipo de
escándalos que han dañado su imagen pública. Desde hacerles gamberradas a los vecinos hasta una bochornosa y chulesca declaración ante unos abogados pasando
por arrestos varios. Y mientras todo esto sucedía, su carrera iba cuesta abajo
como demostró el fallido experimento de Journals. Tuvieron que llegar Skrillex
y Diplo para que el público empezara a apreciar al cantante.
Where Are Ü Now nos hizo
plantearnos que quizá Justin mola. Meses después, le sucedió What Do You Mean?,
un adictivo número de tropical house que confirmaba que iba por buen camino. Y
con Sorry las expectativas por Purpose se dispararon.
Este álbum es la ocasión
perfecta para Justin de demostrar que ha empezado a crecer. Aquí, pide
disculpas varias veces por su actitud. En la balada electrónica I’ll Show You,
uno de los cinco temas producidos por Skrillex, recuerda que ha pasado su
adolescencia bajo la presión de los medios y que ha cometido errores como
cualquier persona. En Sorry incluso pide el perdón de la gente o de una ex
(Selena Gomez), según se mire. Y la religiosa Life Is Worth Living habla de
reponerse a las adversidades. En su caso, a todas las críticas recibidas.
Pero no todo en Purpose
trata sobre el perdón ni son baladas. La electrónica más actual ocupa la
primera mitad del álbum con mucho acierto. Tras lo que podría ser un descarte
de Ed Sheeran, Love Yourself, aparecen los ritmos R&B. El sonido modernillo
de Company es muy efectivo, algo que no se puede decir de la convencional y
aburrida No Pressure ni de la hip hop No Sense. La oscura The Feeling, junto a
la ascendente Halsey, levanta el tracklist antes de llegar al momento piano de
Life Is Worth Living. Por suerte, es algo casi anecdótico y le sigue otra
producción de Skrillex, Children. En ella, Justin se propone animar a la
juventud de hoy día para cambiar el mundo. Dejando al margen lo ridículo de la
letra, lo cierto es que el tema es perfecto para las pistas de baile.
Purpose busca redimir a
Justin. Ni él ni su equipo lo ocultan. De hecho, la edición estándar se cierra
con un breve discurso en el que el artista explica que intenta portarse lo
mejor que puede y se disculpa de nuevo por sus actos. Es posible que no haya cambiado tanto como quiere hacernos creer. Pero al margen de eso, Purpose
sirve, sobre todo, para que empecemos a tomarnos en serio a Justin y lo sitúa
en una posición más favorable de cara al público general. Y eso, viniendo de
donde venía, es un gran logro.
Nota: 6,5
Destacamos:
I’ll Show You, What Do You Mean?, Sorry, Company
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