‘Bangerz’, un disco coherente con la nueva imagen de Miley Cyrus

Esta vez sí. Miley Cyrus ha conseguido enterrar definitivamente a Hannah Montana y cualquier rastro de su pasado Disney. Tras un primer intento con Can’t Be Tamed que dejó su carrera bastante tocada, la cantante abandonó Hollywood Records –discográfica de Disney- y fichó por RCA. Se mantuvo un tiempo alejada de los medios y volvió reconvertida en una joven amante del hip hop y de la fiesta que no duda en explotar su sexualidad y su imagen de chica mala. Un cambio que la ha convertido en la artista que más da de qué hablar en estos momentos (su famosa actuación en los VMA aún da coletazos, sus vídeos atraen millones de visitas, intercambia cartas con Sinead O’Connor, etc.). La estrategia le ha salido perfecta: ha conseguido su primer número 1 en Estados Unidos y ha hecho que Bangerz sea uno de los discos más esperados de este año.
Toda esta campaña se sustenta en un álbum coherente con lo que nos quiere vender Miley. Está lleno de sonidos urban –el productor de hip hop Mike Will Made It se ha encargado de la mitad del tracklist- y de canciones con letras por momentos absurdas que hablan de fiestas y de liberación. Esto se resume en la muy pegadiza We Can’t Stop, que ha supuesto un punto de inflexión en su discografía, o la sosa Love Money Party, que podría ser del mismo Big Sean que aparece como artista invitado.
Miley incluso se atreve a rapear sin mucha suerte. Lo hace en la medio dance Do My Thang y en SMS (Bangerz), el dueto con Britney Spears. Por muchos sonidos, truquitos y actitud que tenga esta canción semi-hablada, no habría llamado tanto la atención de no ser por la colaboración de la intérprete de Work Bitch.
No faltan en este disco las referencias a la difícil relación de Miley con su ya ex prometido Liam Hemsworth. A pesar de que cante sobre lo mucho que quiere a su amado en la delicada Adore You, su situación actual parece corresponderse más con los momentos en los que trata los problemas de pareja. La contundente Wrecking Ball se beneficia de ello gracias a la angustia con que Miley canta el estribillo. En ese sentido, la oscura Drive, una balada con sintetizadores dubstep, se siente más auténtica. El tema da de sí también para acabar el disco con el tándem Maybe You’re Right, lista para ser coreada en grandes estadios, y Someone Else, un corte de pop electrónico que cierra en alto evitando así la típica balada que suele cumplir dicha función en los discos de este tipo.
Miley ha reservado espacio para los experimentos en Bangerz. Pharrell Williams la devuelve al terreno country en 4x4, pero desde una perspectiva popera que le da mucha gracia. Él también firma el estupendo número funky que es #GETITRIGHT. Totalmente diferente es la teatral FU, con una base inspirada en Amy Winehouse y combinada con un sonido dubstep-pop.
Bangerz supone un nuevo comienzo para Miley. Esta vez ha hecho y ha cantado sobre lo que ha querido, ofreciendo un trabajo que, con sus más y sus menos, da un giro a su carrera. Lejos de la sombra de Disney, presenta un álbum que le permite competir cara a cara con otras cantantes pop que copan las listas de éxitos.

Nota: 7
Destacamos: Adore You, We Can’t Stop, #GETITRIGHT, FU
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