Poco más de un año ha
pasado desde que Lana Del Rey se desmarcó del sonido de Born To Die y apostó
por un tono más guitarrero y lo-fi para Ultraviolence de la mano del Black Keys
Dan Auerbach. Aun así, ha sido tiempo suficiente para cambiar de rumbo otra vez
en su nuevo disco, Honeymoon. Apoyándose únicamente en su colaborador Rick
Nowels y en Kieron Menzies –ingeniero de sonido en sus anteriores trabajos-, ha
recuperado el carácter cinematográfico de su música y lo ha hecho aún más
sofisticado para crear esos ambientes melancólicos y desoladores que tanto le
gustan.
En contraposición a la
suciedad de su anterior álbum, aquí ha buscado una producción elegante. Solo
así se puede definir a la preciosa y escalofriante Honeymoon, que a pesar de su
título poco tiene de alegre, o a la jazzie Terrence Loves You, que evoca la
imagen de Lana cantando en un oscuro bar de jazz. Glamourosa y fílmica es también
Salvatore, donde acierta capturando ese sentimiento de la antigua Italia con el
que la ha descrito.
Los amores tormentosos
vuelven a ser uno de los ejes centrales de este disco. The Blackest Day es
capaz de asumir a cualquiera en una tristeza absoluta mientras Lana habla de
una ruptura. 24, en cambio, es una historia con sabor a western en la que solo
puede quejarse de lo mentiroso que es su novio. Más romanticona se pone en
Religion, donde admite que su pareja es su religión (de nuevo, aparece la
dependencia de Lana hacia los hombres). Un tono más ligero tiene la sexy Freak,
una invitación abierta a su (posible) pareja para perderse con ella en su amada
California.
Tampoco se olvida de la
fama. En más de una ocasión, la cantante confiesa no sentirse cómoda con el
grado de popularidad que ha alcanzado. “I’ve got nothing much to live for, ever since
I found my fame”, reconoce en la delicada God Knows I Tried. Incluso pide espacio para sí misma en la hipnótica
High By The Beach. Con un punto trap, es el single más comercial que ha lanzado
desde Young And Beautiful. Y junto a Music To Watch Boys To –el “I like you a
lot” engancha a la primera- es lo único que podría tener potencial en las
listas. Todo sin traicionar el espíritu del disco. Swan Song cierra el círculo
de las reflexiones sobre la fama y, de algún modo, de este trabajo. “Why work so hard when you could
just be free? You’ve got your money now, you’ve got your legacy”, canta. Y en el estribillo repite “I will never sing
again”. Habría sido el final perfecto para este trabajo. Sin embargo, ha
preferido terminar con una correcta versión del Don’t
Let Me Be Misunderstood de Nina Simone que habría quedado mejor como bonus
track.
Honeymoon mantiene un
sonido uniforme capaz de sumergir por completo al oyente en el universo
depresivo y sombrío de su autora. Es este un álbum atemporal que ofrece mucho
por descubrir. Después de tres discos, el mundo de Lana no se ha agotado. Al
contrario, confirma aquí que continúa siendo una estrella atípica que sigue su
propio camino.
Nota: 8,2
Destacamos: Honeymoon, Music To Watch Boys To, Terrence Loves You, Freak
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Honeymoon
Lana del Rey
Lana Del Rey hace aún más sofisticado su mundo propio en ‘Honeymoon’
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Es Simplemente Exquisita, Fabulosa. Deleita con esa fuerza que a muchos les parece "lánguida" y aburrida.
ResponderEliminarEs Simplemente Exquisita, Fabulosa. Deleita con esa fuerza que a muchos les parece "lánguida" y aburrida.
ResponderEliminarEste álbum es tan sofisticado , se nota el exquisito trabajo de producción ! Mucho mejor que ultraviolence
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