Menuda sorpresa ha
preparado Cheryl para el inicio de su nuevo disco, Only Human. ¿Quién iba a
esperar que abriera su cuarto álbum con un discurso de un filósofo? Pues así
es, por increíble que parezca. La reflexión de Alan Watts sobre que el dinero nos
priva de nuestros verdaderos deseos da paso a un Live Life Now en el que Cheryl
le toma el relevo y se hace preguntas como “What do you desire? If money was no
object” sobre una base de sintetizadores. Lo que podría entenderse como un
intento por dotar de profundidad al proyecto es en realidad todo lo contrario.
La artista toma esta filosofía como base de su actitud despreocupada y sus
ganas por disfrutar de cada momento, siendo este el espíritu que predomina en
el disco.
Canciones como I Don’t Care, Stars o It’s About Time funcionan la mar de bien como el pop divertido y
sin pretensiones que Cheryl quiere hacer. La última –co-escrita por su
compañera de Girls Aloud Nicola Roberts- además le puede servir como single
autobiográfico a Mrs. Fernandez Versini gracias a frases del tipo “It’s about time I started loving again”. Crazy Stupid Love,
rechazada en su momento por Kylie Minogue, también se convierte en uno de los
cortes más entretenidos gracias a lo pegadizos que resultan sus saxos y a esa
base de tímida inspiración urban.
Si bien Cheryl defiende correctamente
cortes como estos, no consigue levantar otros. All In One Night y Coming Up For
Air intentan acercarla a un R&B moderno que termina siendo soso. Fight On
debe entenderse como un número inspirador -¡hasta tiene coro góspel!-, pero no transmite nada por la falta de fuerza y de sentimiento de su interpretación. Y Waiting For Lightning
es una balada que le queda demasiado grande dada su capacidad vocal. Es ahí
donde radica uno de los problemas del disco: algunos temas no acaban de arrancar en voz de Cheryl. Goodbye Means Hello –también firmada por Nicola Roberts-
tiene cierto encanto, pero nos hace preguntarnos en todo momento si no habría
sonado mejor cantada por Nicola, quien tan solo haciéndole los coros le roba el
protagonismo. Lo mismo se puede decir de la balada Only Human. Su hipnótico instrumental es interesante, pero queda eclipsado por la
terrible decisión de sobrecargar la voz de Cheryl de autotune.
Cheryl está dispuesta a
pasarlo bien y así lo transmite al oyente en Only Human. Sigue arrastrando su
falta de personalidad como cantante, por lo que en varias ocasiones tan solo
aporta su nombre a temas que no aleja de lo genérico. Pero eso no quita que no
haya cierta cohesión en el álbum. Si hubiera recortado el tracklist, estaríamos
ante un disco más disfrutable, lo que supone una mejoría en una carrera
que iba cuesta abajo.
Nota: 5,5
Destacamos: It’s About Time, Crazy Stupid Love, I Don’ Care, Stars
Pobre
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