Jennifer Lopez sigue preocupada por su
identidad aun teniendo ya ocho discos de estudio en el mercado. La actriz,
cantante, bailarina, diseñadora y productora a la que le gusta recordar que
sigue siendo la misma chica de El Bronx insiste en que su nuevo álbum, A.K.A.,
es una vuelta a sus raíces. Podemos medio aceptar esa afirmación, pero en
realidad este trabajo demuestra que continúa perdida en la música.
El primer tema, el que
precisamente da título a este álbum, A.K.A. (acrónimo de Also Known As o “También
conocida como”, en español) recupera con fuerza y actualiza el sonido urban de sus inicios. No es la única vez que lo hace, aunque no en todas obtiene los
mismos resultados. Sus acercamientos al hip hop en Acting Like That, junto a
Iggy Azalea, y Worry No More, con Rick Ross, no pueden ser más insustanciales. Hay
que reconocerle, no obstante, la astucia de meter a última hora a la rapera de
moda para despertar cierta curiosidad.
Y si el hip hop falla,
también lo hacen las canciones lentas. Jennifer nunca ha sido una buena
baladista, pero parece que al ser este su disco post divorcio ha tenido que
incluir varias. Never Satisfied no pasa de correcta, mientras que Emotions
tiene menos sentimiento del que quizá le veían sus implicados, entre ellos
Chris Brown, co-autor del tema. Como mínimo So Good resulta más estimulante.
Lástima que a continuación decida recuperar sin mucha gracia su lado latino en
Let It Be Me.
Al final, cuando menos
intensa se pone es cuando ofrece algunos de los mejores momentos del álbum.
First Love es un número pop sin complicaciones que como tal funciona bastante
bien. Ha sido un fracaso en ventas, pero puede darle las gracias a Max Martin
por la producción. En cambio, Booty es más arriesgada y apuesta por un urban
frenético con ritmos orientales. Todos los implicados –entre ellos Diplo y
Pitbull, pero afortunadamente no RedOne- han conseguido una canción divertida.
Visto lo visto, es más que suficiente. Sin duda, mejor que I Luh Ya Papi que,
por muy pegadizo que pueda ser su estribillo con tanta repetición, se viene
abajo con ese fraseo rápido que va por libre y nada tiene que ver con la
melodía.
Jennifer nunca ha
ofrecido grandes discos, pero siempre se guardaba unos cuantos temas por
los que valía la pena prestarle atención. Esta vez ni siquiera hay hits a los
que agarrarse. Ha vuelto a un sonido urban, aunque sea por la saturación del
dance, pero A.K.A. da la sensación de que la cantante no sabe muy
bien cuál es su lugar en el panorama actual ni cuál debe ser su propuesta.
Nota: 5
Destacamos: A.K.A., First Love, Booty
estoy completamente en contra de esta critica... para mi A.K.A es un disco de 7, no de 5, y aunque las baladas sean un pocos pesadas, son muy bellas, hay que saber apreciar esa lentitud y atrapar la esencia de JLO... en fin, se merece mas reconocimiento...
ResponderEliminar¿Ahora se dan cuenta? Esta tia solo puede ofrecer tetas y culos, porque de música 0
ResponderEliminarUna pena para la industria de la música que cada vez va a peor.