The Black Keys es uno de esos
grupos que ha ido ganando popularidad con el paso del tiempo. A pesar de
publicar su primer disco en 2002, no fue hasta Brothers de 2010 que se hicieron
conocidos para el gran público. Su sucesor, El Camino, los acabó de consolidar
y los convirtió en unos superventas. Algo de presión tenían, pues, con su nuevo
disco. Pero no parece que les haya afectado mucho. El dúo ha vuelto a unir
fuerzas con su colaborador habitual, Danger Mouse, para dar forma a Turn Blue,
un trabajo que mantiene su esencia y a la vez experimenta con un sonido más
psicodélico.
Su primer single, Fever,
hizo saltar la alarma entre parte de sus fans. Los teclados y los aires de
psicodelia les valieron críticas por haber cambiado de registro. Pero, aun
siendo una rareza en el repertorio del grupo, no es un giro radical. Y si lo
fuera, qué importa cuando presentan un tema tan irresistible y pegadizo. No es
la única vez que escucharemos unos toques de psicodelia. Está presente en In Time, con
algún que otro viento que la acerca al soul; y en Bullet In The Brain e In Our
Prime, ambas con un inicio tranquilo que nada tiene que ver con su enérgico
final.
The Black Keys han
querido aquí expandir su música. Una muestra es esa Weight Of Love que abre el
disco. Son casi siete minutos de una canción que va creciendo y que va
recorriendo distintos caminos entre los que hay una guitarra acústica, un
potente estribillo y un piano eléctrico. Siendo ambiciosa, cumple con su
cometido. No les podría haber quedado mejor. También encontramos varias
canciones en una en la sucia It’s Up To You Now, con una mezcla de blues y rock
que recuerda a El Camino y una segunda mitad instrumental y desatada. Hay lugar
además para el funk en 10 Lovers, con uno de esos estribillos que se recuerdan
sin necesidad de épica. Nada tiene que ver todo esto con el cierre del disco,
una casi espontánea Gotta Get Away donde sencillamente recurren al rock más
clásico, sin florituras ni adornos.
Los momentos de rareza
funcionan muy bien, como Year In Review con un coro femenino de fondo, pero los
más intimistas no se quedan atrás. La melancólica Turn Blue o Waiting On Words,
en la que la banda se aleja de grandes artificios, son un acierto y van acordes
con uno de los motivos principales de este álbum: el desamor y las relaciones
fallidas. Dan Auerbach se divorciaba el año pasado, lo que ha influido –y
mucho- en las letras del disco.
The Black Keys han
apostado en Turn Blue por la diversidad musical pero sin olvidar quiénes son. No
se traicionan a sí mismos al coquetear con otros sonidos, como esa psicodelia
que aparece en varias ocasiones y que no podría estar mejor integrada. Llegan a
este disco convertidos en un grupo más grande –en términos de popularidad y
ventas- pero han conseguido que eso no afecte a su música ni les pese.
Nota: 9
Destacamos: Weight Of Love, Fever, Year In Review, 10 Lovers
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