Después de tanto hablar sobre el nuevo disco de
Beyoncé a lo largo de 2013, ya dábamos por sentado que no lo tendríamos hasta
el año que viene. Pero en una maniobra de márketing excepcional, la artista
sorprendió publicándolo en iTunes sin previo aviso. Beyoncé ha llegado sin
singles y sin ningún tipo de anuncio, pero ha hecho que todo el mundo hable de
él, siendo esta su mejor promoción. Se trata de un “álbum visual” en el que
cada canción cuenta con su correspondiente vídeo, todos ellos muy bien rodados
por gente tan conocida del mundillo como Melina Matsoukas, Jonas Åkerlund, Hype Williams o Jake Nava.
Heredero de 4, este disco
lleva a la cantante por un terreno alejado de los hits instantáneos y la
sumerge en ese nuevo R&B que ha tomado fuerza en los últimos años y que
está representado por Frank Ocean, Miguel o Drake, intérpretes que, no por
casualidad, han participado en el álbum. Ella misma reconoce sus dudas respecto
a su funcionamiento en ventas, aunque se han disipado después de conocer las cifras del debut. “Probably won’t make no money off of this, oh well”, afirma
en Haunted antes de que el tema adopte un beat hipnótico y vibrante que lo
convierte en uno de los mejores momentos de Beyoncé, acompañado además de un
perturbador vídeo.
La artista ha sacado su
lado más sexual aquí. Lo demuestra en Drunk In Love, esa oda a su relación con
Jay-Z, a quien se puede escuchar en esta canción con un punto trap y unos
sintetizadores sutiles; o en la urban Partition. Más explícito resulta Blow, un
exquisito tema disco sobre el sexo oral en cuya segunda mitad asoma la
producción “made in Timbaland”. Juega con elementos de la electrónica como lo
hace la excelente Mine, donde colabora con Drake y su productor habitual Noah “40” Shebib. Sus manos se
notan en este tema relajado que se va rompiendo con los momentos acelerados en
los que aparece el rapero.
Rocket
pone el toque de R&B y soul retro muy en la línea de la primera parte de
The 20/20 Experience. No sorprende que detrás de ella esté el mismo equipo
responsable de lo último de Justin Timberlake, a quien se ha añadido Miguel.
Sin embargo, le perjudica su excesiva duración. La atmosférica Superpower es
más experimental y está llena de capas y capas de sonidos que la acercan al
trabajo de Frank Ocean, quien canta junto a Beyoncé. En esa línea se mueve No
Angel, más compleja de lo que parece a primera escucha.
Por
supuesto, no faltan las baladas en este disco. Sia suma a Beyoncé a la lista de
cantantes femeninas con las que ha trabajado. Pretty Hurts es su aportación. Un
tema con una interpretación a lo Halo en el que la artista habla de la tiranía
de la belleza sobre las mujeres. Su vídeo lleno de misses le hace ganar puntos.
Los aportes feministas también aparecen con fuerza en la urban ***Flawless, en
cuyo vídeo vemos a Beyoncé perder un concurso de talentos junto a Girl’s Tyme,
el germen de Destiny’s Child. Por su parte, Ryan Tedder aporta la eufórica y a
la vez contenida XO, una clara elección como single. Se contrapone con la
tristeza que transmite la desgarradora Heaven, en la que repite lamentándose “Heaven couldn’t wait for you” (se dice que habla sobre el aborto
que sufrió). Le sigue Blue, dedicada
a su hija, que sirve para acabar de una forma más luminosa, optimista y que
recuerda que quizá estemos ante el disco más personal de la intérprete.
Beyoncé supone un
movimiento arriesgado para la artista. 4 se consideró un trabajo decepcionante a
nivel comercial, sobre todo porque ningún single fue un verdadero éxito. Ante
eso, lo cómodo para ella habría sido volver con temas pop que la colocaran en
los primeros puestos de las listas. En su lugar, ha preferido experimentar,
obteniendo un sonido moderno y elegante acompañado de letras sinceras. Todo,
incluidos los vídeos, encaja a la perfección en un conjunto bien cohesionado
que difícilmente podría haber salido mejor.
Nota: 9
Destacamos: Haunted, Blow, XO, Superpower
El disco en si no me gusta mucho, demasiado R&B diría yo... Pero aún así hay canciones muy buenas!!
ResponderEliminarAunque tb creo que no hay necesidad de acoplarle a las canciones esas grabaciones absurdas como en Partition, XO, Pretty hurts o el Padre nuestro en Heaven, no sé me parecen un fallo gordo que jode un poco las canciones