Kelly Rowland juega sobre seguro en ‘Talk A Good Game’

Kelly Rowland parecía perdida después de Here I Am. Se desesperó por publicar su tercer disco y dio tumbos entre el R&B más convencional y el dance de moda. El resultado fue una mezcla incongruente de temas que no la llevaron a ningún sitio. Con Talk A Good Game –tras varios retrasos, singles fantasmas y cambios continuos que incluso afectaron al título-, parece que Kelly ha tomado las riendas de su carrera.
El R&B es el terreno en el que mejor se mueve Kelly. Y ella lo sabe. De ahí que finalmente se haya decantado por ese sonido en su cuarto álbum. El problema es que su R&B es tan correcto que acaba pasando sin pena ni gloria. Sirven como ejemplo el single Kisses Down Low, Talk A Good Game o la relajante Down On Love. Todas ellas se dejan escuchar, pero no invitan a ponerlas en repeat. Eso es algo que no se debería permitir con Dirty Laundry, su canción más personal hasta la fecha. La letra de la canción –con confesiones sobre una relación abusiva y una casi depresión por ciertos fracasos- necesita de varias escuchas para ser comprendida, pero tiene una melodía que aburre. Una mala elección como sencillo.
Hay temas más resultones, como un Red Wine inspirado en el R&B de los 90 o los coqueteos con el pop de This Is Love. You Changed, con la colaboración de Beyoncé y Michelle Williams, no es una reunión de Destiny’s Child al uso, aunque recuerda a lo mejor de Destiny Fullfilled. Y Gone es un medio tiempo con una bonita y coqueta melodía que lo hacen candidato a single. Hasta incluye la participación del rapero de turno. Wiz Khalifa, en este caso.
Sin embargo, el disco alcanza sus mejores momentos cuando Kelly sale de su zona de confort. En la sugerente Freak, Danja ofrece una producción similar al sonido que creó para el Blackout de Britney Spears. I Remember es de lo mejor del álbum al combinar un R&B relajante con el punto justo de dance que no hace más que subrayar el tono nostálgico de la canción. Y el trabajo con Pharrell, como es habitual, se salda con buenos resultados. Street Life es muy urban y funky, mientras que lo naïf y soul de Stand In Front Of Me la hacen deliciosa.
Talk A Good Game supone una remontada respecto a Here I Am. Es un álbum mucho más centrado y cuenta con unas buenas producciones. No obstante, Kelly vuelve a presentar canciones que, en su mayoría, se acaban olvidando enseguida. Es por eso que le vendría bien arriesgar más con su próximo lanzamiento. 

Nota: 6,2
Destacamos: Gone, I Remember, Street Life
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