En su paso por Berlín, One Direction versionó My Heart Will Go On, el
clásico tema de Titanic interpretado por Celine Dion. Lo hicieron a petición de
alguien del público, lo que explica el desastroso resultado. “No sabíamos la
letra y aun así lo hicimos. Lo hicimos por vosotros”, dijeron al público
alemán.
Pero el problema no reside en que por momentos olvidaran la letra. El
problema está en que cada uno de ellos cantó como quiso, es decir, sin tener en
cuenta que están en un grupo y que, por lo tanto, las harmonías son
importantes. Entre las pocas ganas de algunos y los desafines sin apenas
importarles, parece más que están en un karaoke que dando un concierto en un
gran estadio. En casos así, mejor que se lo piensen dos veces.
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