La situación de Paramore a la hora de abordar su
cuarto disco no era demasiado favorable. Josh y Zac Farro, hermanos y
cofundadores de la banda, se marcharon en 2010, lo que supuso una importante
pérdida para el grupo ya que Josh era uno de los principales compositores. Por
eso, su nuevo álbum ha supuesto un reto y una regeneración que han pasado con
buena nota. Paramore, un título de reafirmación, supone el trabajo más diverso
de los de Tennessee hasta la fecha.
Paramore no ha dado un giro radical, pero sí ha
incluido ciertos elementos nuevos en su música. Hay electrónica, como se
aprecia en el final de la amable Grow Up, centrada en los problemas de la
madurez, o en el pegadizo single Now. El electro-rock se hace evidente en Fast
In My Car y Be Alone, ambas con unas guitarras muy de los 90 que recuerdan a los
No Doubt de Tragic Kingdom.
El grupo no ha tenido miedo de entregarse al pop
esta vez. Y lo han querido manifestar eligiendo como segundo sencillo Still Into You, divertida y cercana a lo edulcorado pero sin pasarse. Lo mismo sucede
con la guitarrera y funk Ain’t It Fun, que alcanza su clímax en un coro góspel.
Su alegre melodía contrasta con la letra, donde hablan sobre lo difícil que es hacer frente a los
problemas en la vida real (“Don’t go crying to your
mama, ‘cause you’re on your own in the real world”, canta Hayley acompañada del
coro).
No faltan tampoco los Paramore de anteriores discos, presentes en Daydreaming, Proof o en el melancólico canto a la vida de Last Hope. En Anklebiters recuperan el pop-punk más desenfadado de sus inicios perfecto para ser coreado en sus conciertos, mientras que Part II sirve para comprobar la evolución de la banda. Esta respuesta al Let The Flames Begin de Riot! contiene a la vez a los Paramore actuales, con ese principio cercano al electropop en el que confirman que están abiertos a experimentar, y a los Paramore de antes, con un oscuro final lleno de guitarras.
Los interludes, al igual que la tierna y delicada balada Hate To See Your Heart Break, sirven como contrapunto tranquilo al resto del álbum gracias a sus ukeleles y a una falsa calidad de sonido añejo. Además, llevan implícita la respuesta del grupo a las duras críticas de Josh Farro tras su marcha. ¿O no lo es acaso el “Well I could be angry. But you’re not worth the fight. And besides I’m moving on” que canta Hayley? La final Future también usa un tono acústico y parece grabada de una sola toma. Al menos, los primeros minutos, ya que luego se convierte en un ambicioso tema instrumental.
Según Hayley, Paramore es la carta de presentación de una nueva banda. Quizá no llegue a tanto, pero es cierto que sirve para conocer otra cara de Paramore. El grupo ha dejado atrás la oscuridad de anteriores lanzamientos y ha abrazado nuevos sonidos sin perder en ningún momento su esencia. De ahí ha salido su disco más variado, un disco que los aleja de una fórmula que podría haber sido repetitiva.
No faltan tampoco los Paramore de anteriores discos, presentes en Daydreaming, Proof o en el melancólico canto a la vida de Last Hope. En Anklebiters recuperan el pop-punk más desenfadado de sus inicios perfecto para ser coreado en sus conciertos, mientras que Part II sirve para comprobar la evolución de la banda. Esta respuesta al Let The Flames Begin de Riot! contiene a la vez a los Paramore actuales, con ese principio cercano al electropop en el que confirman que están abiertos a experimentar, y a los Paramore de antes, con un oscuro final lleno de guitarras.
Los interludes, al igual que la tierna y delicada balada Hate To See Your Heart Break, sirven como contrapunto tranquilo al resto del álbum gracias a sus ukeleles y a una falsa calidad de sonido añejo. Además, llevan implícita la respuesta del grupo a las duras críticas de Josh Farro tras su marcha. ¿O no lo es acaso el “Well I could be angry. But you’re not worth the fight. And besides I’m moving on” que canta Hayley? La final Future también usa un tono acústico y parece grabada de una sola toma. Al menos, los primeros minutos, ya que luego se convierte en un ambicioso tema instrumental.
Según Hayley, Paramore es la carta de presentación de una nueva banda. Quizá no llegue a tanto, pero es cierto que sirve para conocer otra cara de Paramore. El grupo ha dejado atrás la oscuridad de anteriores lanzamientos y ha abrazado nuevos sonidos sin perder en ningún momento su esencia. De ahí ha salido su disco más variado, un disco que los aleja de una fórmula que podría haber sido repetitiva.
Nota: 8
Destacamos: Fast In My Car, Now, Ain’t It Fun, Still Into You
0 comentarios:
Publicar un comentario