Christina Aguilera quiere reconciliarse con el público con ‘Lotus’

El fracaso de Bionic fue uno de los más grandes que se recuerdan en los últimos años, así que Christina Aguilera no ha querido dejar ningún cabo suelto para su comeback. Con Lotus, quiere recuperar el favor del público como sea, lo que implica recurrir a nombres seguros para la producción como Max Martin o Alex da Kid.
El disco arranca con una intro que en realidad no lo es. Sampleando el Midnight City de M83, Christina Aguilera habla de aceptarse a sí misma y de un nuevo principio. Un renacimiento en toda regla y una excelente forma de introducirnos en el álbum. Después de una mala racha (un divorcio, un debut cinematográfico que pasó sin pena ni gloria, etc.), no ha perdido la fuerza. Así lo demuestra en Army Of Me, que ha definido como un Fighter 2.0. La esencia es la misma e incluso toma prestadas algunas líneas, pero aquí opta por una melodía con tintes dance en lugar de rock. Y a sus haters les dedica la interesante Circles, con un principio suave y un estribillo ruidoso tipo Makeover de Stripped.
Para divertirse está la adictiva Red Hot Kinda Love, con tantos “la la” y “oh oh” y una Christina que canta sin grandes acrobacias vocales. Igual de entretenida es el single Your Body. Después de tantos años en la música, Christina ha accedido a quedarse con un par de temas de Max Martin, probablemente pensando en reflotar su carrera. El primer sencillo tira del dance en su justa medida y cuenta con un estribillo muy potente que incomprensiblemente no ha triunfado. Let There Be Love, en cambio, es un dance tipo David Guetta que a ella ni le va ni le viene. Aun así, como canción para las pistas funciona mejor que el urban de la floja Around The World.
Las colaboraciones con sus compañeros de The Voice son un acierto. Cee Lo Green casi se limita a hacer los coros en Make The World Move, una composición de influencias soul con una melodía a la vez retro y moderna. Lo de Blake Shelton en Just A Fool sí que es un dúo a la antigua usanza. Un country-pop maduro en el que ambos intérpretes desprenden mucha química.
Como en todo disco de Christina, no pueden faltar las baladas. Destaca Blank Page. Elegante y con una interpretación muy contenida donde la cantante pide perdón y una oportunidad para empezar de nuevo. En Sing For Me se notan demasiado las ganas de Christina por demostrar que tiene una gran voz, algo que nadie pone en duda. Y Best Of Me lo tenía todo a su favor con una melodía in crescendo y frases tipo “I won’t let you bring me down”, pero al final no consigue brillar.
Lotus tiene la difícil tarea –a estas alturas- de gustar a más gente que a los fans de Christina Aguilera y por ello simplemente sigue las tendencias musicales que más gustan al público ahora. El resultado final es un buen disco pop al que Christina ha dotado de personalidad con su voz y su confianza a la hora de interpretar las canciones. ¿Habría sido mejor que arriesgara más? Sí, pero no es algo que Christina pueda permitirse en estos momentos si quiere seguir siendo una estrella.

Nota: 7,2
Destacamos: Army Of Me, Red Hot Kinda Love, Your Body, Blank Page
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1 comentarios:

  1. Christina es una artistaza! El álbum está increíble. Viene con todo!

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