No sé si recordaréis que la semana pasada dijimos que Nicki Minaj plantó a sus 11 millones de seguidores en Twitter después de cogerse una pataleta digna de una cría pequeña. Todo ello tras mantener una discusión con los dueños de un fansite que publicaban enlaces de descarga al nuevo disco de Minaj, que se había filtrado en la web antes de publicarse. Total, que ahora Minaj busca excusas para justificar su calentón y le ha dado por decir que cerró su cuenta de Twitter porque se lo dijo “una voz” en su cabeza. A este fenómeno ya se le va conociendo entre los fans como El Duendecillo. Tiene su gracia, la verdad. Pero más le vale a Nicki que reaccione a tiempo y reactive su cuenta de Twitter, porque si no va, a perder todo el buen rollito y simpatía que se había ganado con su fans. Esto no puede hacer otra cosa que perjudicarla.
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